Hoy en día tendemos a ver a los santos como personajes totalmente fuera del mundo y de la historia, que levitan y pasan por largos éxtasis. Si bien es cierto que algunos santos tuvieron experiencias excepcionales, estas no son la razón por la cual fueron declarados santos, y la vida de Guido Schäffer puede ser una gran ayuda en este sentido, entendiendo que la santidad se vive en lo cotidiano. La imagen del surf es central para comprender la vida de Guido: él estaba permanentemente esperando una ola mayor, una ola que lo desafiara más. No huyó de ningún desafío que se le presentara, y por eso se fue preparando para la gran misión: vivir una santidad en la vida ordinaria.